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La Neurociencia y la Composición musical



El Arte de componer se percibe alrededor de la historia como una ciencia polémica.
La inspiración  o “la imaginación creadora” – como usted quiera llamarla- corren el riesgo de ser descalificadas,  por supuestos estereotipos y clichés.

Tomando como referencia a diferentes Compositores- Beethoven, Shoenberg, Stravinski,…- el concepto de composición es lo más subyacente en su sentido sistemático. La dialéctica entre lo racional y lo irracional, que por voluntad se ha adquirido en la técnica de la composición, nos produce el lenguaje y la atención del oscuro logos de lo irracional.





Ese balance dialéctico en la composición es el principio polémico, que se constituye necesario en la obra de arte; Y esa estructura “lógica” se emplea en lo A priori: Temas, secuencias, variaciones del tema, el desarrollo, modulaciones, etc.
La composición es sumisa al hombre emocional que actúa en su pulso irracional. Nunca el hombre va a actuar maleable a la misma. En la tercera lección magistral del libro de la “poética Musical”, Stravinski  y su Consagración de la primavera nos ilustra la plasticidad de la composición musical en el hombre.

La composición y su dialéctica del “Instrospicere”, aquel imperativo moral que escribe Shoenberg en su Harmonielehre, causa gran fascinación en la obra del arte y la Neurociencia.

Esta última, se basa en la nueva técnica  de Dirección orquestal  de la Escuela Navarro Lara, en la cual hago parte. El Maestro Francisco Navarro Lara ha transformado la dirección orquestal en todo su auge  en una nueva ciencia; Esclareciendo los diversos mitos de la dirección orquestal, mediante la Neurociencia.
 Las investigaciones Neuro-científicas  de la Escuela  Navarro Lara  han causado grandes transformaciones en más de 32 países del mundo. Personalmente, el llamado “contagio de lo Neuro” me ha penetrado en lo más profundo de los tuétanos en mis estudios y en la interpretación del piano.

No cabe duda, que tanto para la dirección orquestal- .."que no es marcar como  un cavernícola los compases"- y la composición musical, la Neurociencia se hace partícipe. 

La técnica Neuro-Directorial se apoya en el Cerebro Triuno. En este se encuentra el Cerebro pensante o llamado Córtex, que se encarga de  establecer racionalmente  las desiciones. Pero, el Córtex no actúa de forma aislada, sino combinando en mayor o menor medida con los otros dos cerebros que coexisten junto a él: el Cerebro Límbico y el cerebro Reptiliano.

El Cerebro Reptiliano es la zona más antigua y se localiza en la parte baja y trasera del cráneo. En el centro de este sistema se encuentra el Hipotàlamo, que regula las conductas instintivas y las emociones primarias, tales como el hambre, los deseos sexuales y la temperatura corporal; abarca un conjunto de reguladores preprogramados que determinan comportamientos y reacciones.

Al cerebro Límbico se le conoce como el sistema de emociones. Entre las principales estructuras que lo integran se ubican el hipocampo (que cumple una función muy importante en el aprendizaje y la memoria) Y la amígdala, que dispara el miedo ante ciertos estímulos y desempeña  un rol activo en nuestra vida emocional. El cerebro Límbico es la fuente principal del  "logos oscuro", que se relaciona con lo irracional de la composición musical.

El sistema límbico ayuda a regular la expresión de las emociones que tiene importante papel en la fijación de la memoria emocional. Esta zona del cerebro tiene una modalidad de funcionamiento no consciente.


El Córtex o Cerebro pensante está dividido en los dos hemisferios cerebrales que están conectados  por una gran estructura de aproximadamente 300 millones de fibras nerviosas, que es  el cuerpo calloso. En este encontramos la sede del pensamiento y de las funciones más elevadas, como el razonamiento abstracto y el lenguaje. En la cual contiene centros que se encargan de interpretar y comprender la información de los sentidos.

La formación y la estructuración de la composición musical, es la dialéctica del Cerebro Triuno. Neuro-científicamente, el Cerebro Triuno es el responsable de lo inconsciente y lo racional. El Cerebro Triuno en muchas de sus ocasiones no se encuentra equilibrado, sino que cada uno (Límbico, Reptiliano y Córtex)  podrán predominarse; incluso en algunas ocasiones podrá actuar de manera dominante y exclusiva.

La estructura lógica  de la composición se esconde en el Cerebro pensante con un 15%. El imponente 85% pertenece al “logos oscuro”, que actúa en el impulso irracional y de manera inconsciente. La Neurociencia nos enseña que  muchas de las decisiones que tomamos son inconscientemente, por lo que nos convierte en seres emocionales.

La composición en su concepto sistemático no es necesaria, pues las formas solo se crearon por las limitaciones del hombre que no está preparado a lo extenso;  así los movimientos de una sonata o en otros términos la subdivisión,  facilitan la más pulcra comprensión.

Podemos concluir, que  la composición es el pleno desarrollo de lo introspectivo. La dialéctica de lo irracional y lo racional que juegan en el Cerebro Triuno nos da a conocer la complejidad de la composición misma. La intelectualidad de una fuga sobresale en el cerebro Triuno, aunque no es de sorprenderse el  temor que trasmite el cerebro Reptiliano cuando se escucha  un Beethoven revolucionario y un Wagner...

      

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