El motivo produce coherencia y lógica al principio de una obra musical. Es considerado como el "germen" de la idea musical, donde su tratamiento- la variación- y su uso es esencial en el desarrollo de una forma musical. Los elementos que configuran un motivo son interválicos y rítmicos, donde ambos producen una forma o un contorno armónico.

Por tanto, la variación requiere cambiar lo menos importante conservando lo más característico. La conservación de las características rítmicas producen una coherencia ( aunque la monotonía no puede evitarse sin cambios ligeros). Los cambios sustanciales- Dependiendo del objetivo de la composición- puede producirse una gran variedad de " formas del motivo" adaptadas a cada función formal.
"El desarrollo a través de la variación"- Estilo de composición de la música homófona-, produce un crecimiento notorio en la composición. Los cambios menores-llamados "Variantes"- no producen un efecto evidente en el desarrollo, sino desde el punto local de la ornamentación.
Cualquier sucesión de sonidos con un valor rítmico puede utilizarse como un motivo básico, pero no debe tener demasiados aspectos distintos.
Los aspectos rítmicos pueden variar de manera simple, incluso para el tema de una sonata (Ej 12). Una sinfonía puede construirse sobre hechos rítmicos poco más complejos. Los ejemplos de la Quinta sinfonía de Beethovenn consisten principalmente en sonidos repetidos, que a veces contribuyen a constituir las características distintivas.
Un motivo no necesita contener una gran variedad de intervalos. El tema principal de la cuarta sinfonía de Brahms ( Ej 13), aunque contienen también sextas y octavas, está como muestra el análisis, construida sobre una sucesión de terceras.
El contorno melódico toma importancia, cuando la variación existe en el tratamiento rítmico e interválico. El salto ascendente en el Ej 12a y el movimiento de la segunda en el Ej 16.
Nota: "Cada elemento o aspecto de un motivo o frase debe poder ser considerado motivo si se trata como tal, es decir, si se repite con variación o sin variación."
Un motivo se utiliza por repetición. La repetición puede ser exacta o modificada.
Las repeticiones exactas:
Conservan todos los aspectos del motivo, es decir, todas las relaciones sonoras (Ej 14).
Ejemplo de repeticiones exactas:
Las transposiciones a un grado diferente, las inversiones, retrogradaciones, disminuciones y aumentaciones.

Las repeticiones modificadas:
No conservan todos los aspectos del motivo, son creados por la variación. Producen material nuevo- Formas del motivo- para su utilización posterior. Algunas variaciones, sin embargo, son meramente "Variantes" locales y tienen poca o ninguna influencia en la continuación.
Debe tratarse con cuidado la variación, para no producir un motivo alejado del motivo básico. En el transcurso de una pieza, una forma del motivo puede desarrollarse más adelante a través de otra variación.
Ejemplos
Créditos: "Los fundamentos de la composición musical" Arnold Shoenberg.
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